/Elías y los profetas de baal «SÓLO JEHOVÁ ES DIOS»

Elías y los profetas de baal «SÓLO JEHOVÁ ES DIOS»

PRIMERA IGLESIA BAUTISTA DE MILAGRO

Calle Esmeraldas 1200, y Av. 17 de septiembre 

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SÓLO JEHOVÁ ES DIOS  (Adaptado)

TEXTO BÍBLICO: I Reyes 18:30-39

Los ídolos sólo son piedras talladas; no pueden hacer mal ni bien.  Sólo Jehová es Dios.  A Él debemos ir y buscar ayuda y fortaleza. La oración que Dios escucha no es la que se hace a gritos y acompañados de liturgias.

La oración que Dios escucha es la que se hace de todo corazón y conforme a su voluntad.

Los que ahora exaltan ídolos, serán castigados.  Jehová destruirá a los idólatras y a sus ídolos.  Sólo Jehová merece adoración.  Pronto llegará el día en que sólo Jehová será engrandecido, y su reino eterno será claramente manifestado entre sus siervos.

Introducción.  El malvado rey Acab había llegado a ocupar el trono de Israel como en el año 874 a. C.  Según encontramos en I Reyes 16:30, Acab fue el más perverso de todos los reyes de Israel.  Su esposa, Jezabel, era hija del sacerdote y rey pagano de Sidón.  Acab se había entregado a servir a los ídolos de su esposa.  La adoración a Baal se había generalizado en Israel por  influencia de Acab.  A causa de esa situación, el profeta Elías se presentó ante el rey y retó a los 450 profetas de Baal, juntamente con todo el pueblo, para que cada bando clamara y se manifestara quién era el verdadero Dios.

Los profetas de Baal edificaron su propio altar, colocaron un buey y comenzaron a clamar a Baal.  Pero, como es natural, Baal no podía responderles, porque no era más que un ser inanimado, un ídolo de piedra.  Aquellos hombres aun se rasgaban el pecho y lo sangraban para ver si de esa manera Baal les respondería.

El resultado fue lógico.  Pasó toda la mañana y el medio día, y Baal no pudo obrar.  Ahora sólo restaba que los profetas de Baal hicieran algo para que Dios no respondiera a Elías tampoco, pero ¿acaso podrían ellos hacer algo contra el Omnipotente?

I.    PREPARACIÓN DEL ALTAR DEL SEÑOR (I Reyes 18:30-35)

La oportunidad se había pasado para los profetas de Baal.  Toda una mañana era más que suficiente para comprobar que no habían recibido ninguna contestación.  Ahora Elías, con todo derecho, pidió que el pueblo se acercara.  Así, estando cerca, tendrían una buena oportunidad de mirar la realidad del milagro que estaba para realizarse.

Elías se vio obligado a reparar el altar de Jehová, porque ya estaba arruinado a consecuencia del abandono, o tal vez por la malintencionada acción de los adoradores de Baal.  Fue necesario que Elías usara el altar de Jehová, y no el mismo altar contaminado que habían construido los profetas de Baal.  Lo levantó en el nombre del Señor, con doce piedras que representaban a las doce tribus de Israel; porque el testimonio que ahora estaba dando era para todos los hijos de Israel.  Puso la leña sobre el altar, pero no colocó fuego alguno en ella, y sobre la leña puso el buey partido en pedazos.

Ahora, es interesante notar que Elías quería asegurarse que toda la gente mirara que el milagro sería una realidad.  Así que hizo una zanja alrededor del altar, y mandó que derramaran doce cántaros de agua sobre el buey.  Había llenado de agua todo el altar.  Era para que todos vieran el poder de Dios manifestándose ante todas las imposibilidades humanas.  El agua echada sobre el buey era tanta, que corría sobre el altar, y llenó hasta la zanja.  ¿Qué fuego sería capaz de incendiar aquellas aguas?

II.    LA ORACIÓN QUE DIOS ESCUCHA (I Reyes 18:36-37) 

No fue necesario que Elías orara toda la noche para que Dios le respondiera en esa ocasión.  ¿Cuál sería la causa?  Hay varias cosas que podemos observar en esta petición.  Primeramente vemos el reconocimiento de Elías hacia Dios.  Lo primero que hallamos en su oración es una declaración de la identidad de Jehová, el Dios Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de Israel.  En segundo lugar, vemos el propósito de la misma.  Todo lo que Elías quería era que se manifestara  claramente ante todos, que Jehová es el único Dios verdadero,  y que es Él quien hace que los corazones de los hombres lo busquen de nuevo. Tercero, notamos que Elías hace la petición y vuelve a repetir el propósito de la misma, que no era egoísta, sino para honrar el nombre de Jehová.  Queda clara la razón por qué Dios escuchó su oración y le respondió inmediatamente.

III.    MANIFESTACIÓN DEL PODER DE DIOS

La contestación de Dios fue inmediata.  La oración de Elías no se llevó más que medio minuto, y eso fue suficiente para que Dios respondiera.  Inmediatamente descendió fuego del cielo y consumió, no sólo el buey, sino también la leña, las piedras, el polvo y el agua que había hasta en la zanja.  Había sido una respuesta indiscutible.  El pueblo no tenía más que creer que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob había hecho ese milagro.  Todo el pueblo quedó convencido de que solamente Jehová es el Dios verdadero.

Dios siempre ha manifestado Su poder en las distintas áreas de la naturaleza, pero como los hombres han cerrado sus ojos a todas esas maravillas,  Él se ha manifestado muchas veces rompiendo el orden natural.  Solamente el Dios de la creación puede hacer obras semejantes.  ¿Había causa para que el pueblo dudara?  ¡No!  ¡Ninguna!

El resultado para aquellos engañadores profetas de Baal,  fue que  todos fueron capturados por el pueblo y degollados en el riachuelo de Cisón.

Conclusión. Hoy estamos lejos de ver a hombres adorando a los baales,  imágenes  o estatuas,  pero  está  adorando lo que no es Dios. En su corazón hay otras cosas que ocupan el primer lugar del centro de su vida, pero  cree  en Dios, el hombre necesita creer en Dios, pero no quiere obedecerle.   Hoy el desafío de Elías  se escucha,  si Jehová es Dios hay que seguirle, si usted dice cree en Dios tiene entonces que seguirle, obedecerle,  acabar con los baales que pueden estar en centro de su corazón, sin  que usted se dé cuente, hay que derribar esos altares, y servir solo a Dios, lo está haciendo, que cosas están impidiendo que Dios sea el Primero en su vida.  Medite  acabe con esas cosas que relegan a Dios a un segundo plano en su vida, Si Jehová es Dios entonces sígale, bautícese si no lo ha hecho.   Sino al final los que adoran  y  sirven a los baales serán destruidos. Amén.

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El autor  Lcdo. Jhonny H. Quinde Ávila  es  el actual pastor de la Primera Iglesia Bautista de la ciudad de Milagro – Guayas Ecuador.  www.facebook.com/primera.bautistademilagro